Moral de arena
Hoy, escasos titulares con el nombre de Marta del Castillo adornan ya las portadas de los medios. No quedan más que resquicios de una historia agotada, explotada, cansada. Una mancha más en la historia del periodismo.
Hace 16 años, un 27 de enero, cerca del pantano valenciano de Tous, unos apicultores encontraban los cuerpos sin vida de tres niñas de entre 14 y 15 años. La retransmisión mediática de estos asesinatos, a los que fue atribuido el novelesco título de ‘crímenes de Alcàsser’, traería consigo más de un fantasma; una cobertura de dimensiones colosales, una información despiadada y el comienzo de cierto gusto por lo escatológico que no podríamos identificar sino con una incipiente «telebasura».
16 años después, nada ha cambiado en el tratamiento de casos como este. Pero los medios sí lo han hecho, amplificando si cabe la difusión de esa suerte de libertinaje que parece acompañar a uno cuando se escribe amparado bajo la sombra del epígrafe de ‘sucesos’. E Internet tiene mucho que ver con esto. El imputado por el caso de Marta del Castillo, Miguel Carcaño, es propietario de un perfil en la red social Tuenti, donde se pudieron encontrar diversos mensajes privados que lo relacionaban con el crimen. Este hecho pone en tela de juicio el valor del respeto de la privacidad en este tipo de redes, como demuestran las quejas llevadas a cabo por el propio director de comunicación de Tuenti y la reacción de la Justicia en este campo , para evitar nutrir a los medios con materiales procedentes de los perfiles de Marta y del menor implicado en el caso.
En Telecinco, el espacio ‘Rojo y Negro’ profundizó de una forma particular en el sufrimiento al que dio lugar el asesinato de Marta, llevando a cabo un seguimiento disponible en gran parte en la web del programa. ‘El Programa de Ana Rosa’ nos ofrecía con toda naturalidad una entrevista realizada a Rocío (14 años), última novia de Miguel Carcaño, y su madre Soledad:
Diversas voces se han oído ya en contra del tratamiento dado al caso, entre ellas las del periódico El País o Soitu. Por su parte, el presidente de la Asociación de la Prensa de Madrid, Fernando González Urbaneja, se muestra favorable a una intervención fiscal para evitar el tratamiento inadecuado en los medios de este tipo de casos. A pesar de todo, no parece que los intentos de regulación de la deontología periodística estén surtiendo el efecto deseado. Veamos qué ocurre dentro de otros 16 años.
El Fabulista 
En efecto, es muy penoso que los medios saquen tanto dinero de un crimen. No entiendo tampoco por que al suceder esto el juez no ordenó a Tuenti borrar los perfiles inmediatamente. Pero me parece mal que se eche la culpa a Tuenti de que ella siguiera en contacto con el a través de esta red tras la oposición de los padres, ya que si no hubiera usado la red hubiera usado el teléfono, las cartas un otro medio.
Estos sucesos tan duros crean polémica y a río revuelto ganancia de pescadores. 😦
Un abrazo!!